¿Dante o Alicia?

16.01.2014 09:18

 

Mientras Alicia vivía en el país de las maravillas, Dante nos describía escenas espantosas en los infiernos de la Divina Comedia. No parece casual que Alicia fuera el personaje literario de un matemático frente a un Dante Alighieri cuya principal ocupación era la poesía.

Hecha la presentación de ambos personajes, nuestra disyuntiva consiste en ubicar a la España económica de hoy en el delicioso mundo de Alicia o en los tenebrosos escenarios de Dante, bien entendido que ni el microcosmos de Alicia era tan maravilloso ni el gigantesco esperpento de Dante tan siniestro.

Mientras para el Gobierno la inflación de 2013 es otro exponente de la corrección de los desequilibrios económicos del país, un puñado de economistas cree que abunda en el renqueante paso del consumo. Para unos, la inflación pone de manifiesto que España se aleja cada más de su tradicional enemigo macroeconómico a la vez que avanza en materia de competitividad. Para otros, la evolución de los precios revela la imposibilidad de las empresas en trasladar a precios los costes reales de producción, so pena de castigar adicionalmente a un consumo ya muy golpeado por los recortes salariales.

¿Con quién nos quedamos? ¿con Alicia o con Dante?

¿En que país vive el Gobierno?, se preguntaba un economista, después de oír algunos comentarios del ministro de Guindos tras el anuncio del índice de precios al consumo, el más bajo desde que se iniciara la serie histórica en 1961.

Quizá en el de las maravillas, se respondió

Algunos, al escuchar al Gobierno, sospechan que desde hace meses ya ha tocado acabar con la crisis económica, también a golpe de decreto, al calor del desplome de la prima de riesgo y de la reforzada confianza del mundo financiero. ¡Cierto!, no se deben minimizar estos elementos como factores de futura recuperación económica.

A poco que se conozca la galopante relación entre la economía real y la financiera, no podría ignorarse que la primera acaba trazando inexorablemente el perfil de la segunda. Esta es la parte que le corresponde a Alicia.

Pero la ganancia de competitividad y la tendencia a la normalización de los precios con relación a otros países de la zona del euro no es ajena al colapso del mercado laboral con el consiguiente impacto sobre el consumo interno. A grandes rasgos, esta sería la parte que le corresponde a Dante.

A la postre, será lo que usted quiera que sea.., Alicia o Dante.

Cualquier gobierno del mundo sucumbiría a la tentación de explotar una mina de oro. ¿Por qué este Gobierno va a ser distinto a cualquier gobierno del mundo?

Ya lejos de nuestra recién inventada fábula, el Espectador exhibe un tono sombrío, podría decirse que algo le preocupa más allá del ajetreo diario de los datos y las estadísticas.

Nuestro personaje cree que la España de hoy está forjando su futuro a golpe de urgencias con el principal objetivo de asegurarse un razonable coste de financiación a cambio de un desmedido precio en términos de empobrecimiento social, sensu lato. De esto hablaremos otro día.