DIÁLOGO DE POPULISTAS
- (Mariano) ¡Eres un populista!
- (Pedro) ¡El populista lo serás tú!
- (M) ¿¡Yo un populista!? ¡Eso no me lo dices en la calle!
- (P) ¡Eso te lo digo donde haga falta y hasta en la mismísima Carrera de San Jerónimo, delante de los leones!
Y la discusión duró y duró muchas horas más sin que se adivinara pausa o descanso…
(M) Mira Pedro, yo soy el Gobierno y tú el principal partido de la oposición. Si seguimos hostiándonos así, igual el populacho se cansa de nosotros y prefiere votar a los emergentes.
- (P) ¿A Pablito y a Rivera?
- (M) ¡Los mismos! Mira que a mucha gente le gusta el discurso blandito del coletas y los buenos modales del niño bonito.
- (P) ¡Pero si Pablito todavía se atasca con la tabla de multiplicar y a Rivera le echaron de tu partido porque a los 7 años le llamó rojo y conspirador maoísta al mismísimo Gallardón.
- (M) ¡No sabía yo eso!
- (P) Bueno, ya sabemos que no pillas ni una.
- (M) Sí, sí, pero estos políticos de salón, ahora tienen mucho tirón con esto de la corrupción.
- (P) La culpa es tuya, Mariano, que me tienes hasta los cataplines. Ahora vas a darles sanidad a los emigrantes después de hacérselas pasar putas, mientras el Bárcenas y el Rodri se te van de vacaciones con escolta.
- (M) ¿Y tú qué? ¿De dónde vas a sacar los 6.000 millones para ese ingreso mínimo vital que has prometido a los parias?, ¡pedazo de populista! ¡Le vas a pedir la pasta a la Merkel, que en los ochenta ya hacia de Don Cicuta en el programa del Un, Dos, Tres!
- (P) Mira Mariano, prefiero darle el voto al Artur, antes que consensuar contigo.
- (M) ¡Vale, vale!, ¡tú dale el voto al Arturo que te vas a enterar de quién es el Junqueras.
- (P) En este país sobra mucho populista.
- (M) Lo que hay en España es mucho marxista con careto de inofensivo cangrejo de río.
- (P) Mariano, si sigues a la greña conmigo, igual se te acaba el sueldo vitalicio y yo me quedo con las ganas de probarlo.
- (M) ¡Venga Pedro!, ¡olvidemos viejas rencillas y vamos a machacar a los emergentes, sacándoles a relucir lo más sucio de su pasado!
- (P) Ten cuidado con el ventilador que igual te salpica.
- (M) ¿Y a ti no?
- (P) ¡Ya empezamos!
Y así pasaron muchas, muchas horas hasta que, por fin, Mariano y Pedro encontraron un motivo de acuerdo.
- (M) Oye una cosa, Pedro, ¿si yo no ganara las elecciones por mayoría absoluta, tú te juntarías con el coletas para echarme de La Moncloa?
- (P) Es como si yo te preguntase si tú te juntarías con el niño bonito para impedir que yo llegara a La Moncloa.
- (M) ¡Entérate bien rojo inmundo, disfrazado de Caperucita! Yo no iría contigo ni a los servicios del Congreso, aunque estuviera colgado de la puerta el mismísimo retrato del Generalísimo.
- (P) Pues mira lo que te digo, besugo caducado: ni el Felipe de Suresnes me podría a obligar a pactar contigo. Así que, ¡¡aire!!
- (M) Pues eso, ¡¡aire!!