El largo tiempo hasta las elecciones de Cataluña: Séneca frente a Millás

25.10.2017 09:44

Cuentan que Nerón le preguntó a Séneca si había algo más valioso para el hombre que su vida y que el sabio cordobés (‘¿cordubés?’) le respondió que solo el poder superaba en valor a la vida. Un servidor hubiera jurado que Séneca tenía más de moralista que de cínico.

Al parecer, el insigne tutor del presunto emperador pirómano estaba persuadido de que el poder era el sublime instrumento de perpetuación humana, tanto que, sin él, la vida misma carecía de trascendencia. Sin embargo, Séneca nunca dejó claro (no sabemos si deliberadamente o no) si se refería a la vida propia o a la ajena. Para la reflexión que les propongo a continuación, tanto nos da.

Lo que sí parece verosímil es que en el Partido Popular alguien es conocedor del pensamiento de Séneca y que, gracias a tan egregio conocimiento, el anónimo ilustrado ha podido advertir a sus colegas del Gobierno que en la epopeya de Cataluña es necesario asegurarse el poder para no repetir la historia. ¡Menos mal que el ilustrado sabía más de este asunto que doña Soraya!

De la noche a la mañana, a Carles Puigdemont ya no le basta con convocar comicios autonómicos para evitar el suplicio, también debe arrastrase ante su oponente y pedir perdón públicamente por sus excesos independentistas. Solo apelando a la extrema humillación, el Honorable podrá eludir el deshonor, la abominable deshonra del artículo 155, ese terrible martirio del que últimamente todo el mundo habla y no sé cuántos conocen.

www.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=155&tipo=2

Tan ejemplar castigo era de esperar si hubiéramos caído en la cuenta de que el poder solo es útil en tanto en cuanto se perpetúe. Los ‘peperos’ más vocacionales creen que llevará tiempo eliminar cualquier vestigio secesionista. Ya saben, “no se gana Zamora en una hora”.

Este soliloquio me lleva a la conclusión de que don Mariano solo convocará elecciones en Cataluña cuando tenga la certeza de que el independentismo ya no está en condiciones de disputarle la unidad de España.

¿Solo seis meses para arrancar el sueño soberanista a más de dos millones de patrioteros descarriados? Desde luego que no, ¡todo el tiempo que haga falta que, para eso tenemos el poder!

Pero un servidor, temeroso de la suerte colectiva del país, se pregunta si el presidente sabe que la incertidumbre es mala para los dueños del dinero y, por ende, para la economía dura y pura. Me tranquilizo pensando que si alguien debería estar al día de estas cosas es don Mariano; si retroceden cinco años en nuestro calendario, sabrán por qué digo esto. Pero la memoria es flaca, nunca se sabe.

¿De nuevo el destino nos hará inermes testigos del odioso duelo entre economía financiera y economía real?

Fíjese, don Mariano, que, “La primera operación que efectúa el terrorista económico sobre su víctima es la del terrorista convencional, la del tiro en la nuca”.

¿Quién iba a decirnos que los arcanos insondables de la vida o de la casualidad, nos enfrentaría a Séneca con Juan José Millás, probablemente contra la voluntad de ambos?

Así que, don Mariano, no se deje seducir tanto por el poder como para poner en riesgo su mismísimo poder. En esta nueva aventura que le brinda el acerbo destino, no dé por seguro que el tiempo es su mejor aliado, ¿quién sabe si podría convertirse en el peor de sus enemigos?

Es justo reconocer que este servidor siempre ha tenido especial admiración por la audaz sabiduría de Séneca, pero Millás me ha enseñado a descubrir cosas que, por estar tan inmediatas a mí, a veces me pasaron inadvertidas.