MEDIDAS QUE SE ESPERAN DEL BCE

22.01.2015 13:00

Por Nicolás López, director de análisis de M&G Valores (M&G)

Las filtraciones de ayer sobre la propuesta que el Consejo del BCE someterá hoy a votación han desvelado ya buena parte de lo que conoceremos hoy oficialmente. En concreto, el BCE está dispuesto a comprar 50.000 millones mensuales en bonos desde marzo hasta el final de 201, lo que nos deja un total superior al billón de euros. La mayor parte será en bonos soberanos de los que sólo se excluirá a Grecia y Chipre porque su deuda tiene calificación de “bono basura”. Al menos por lo que se refiere al “tamaño”, el QE cumple con las exigencias para poder resultar exitoso. Hoy conoceremos probablemente los detalles completos de la operación: ¿Qué parte del programa serán bonos no soberanos? ¿Qué proporción se comprará de cada país? Y sobre todo, ¿cómo se distribuirá la asunción del riesgo en caso de tener que asumir pérdidas? A este respecto se habla que el riesgo de los bonos de cada país se hará recaer sobre sus respectivos bancos centrales. Este punto es importante porque en el supuesto de que, al menos parcialmente, el riesgo sea asumido directamente por el BCE, estaríamos ante un salto cualitativo muy importante: por primera vez tendríamos algo parecido a una mutualización de deuda que convertiría de hecho al BCE en un banco central equivalente a la Reserva Federal. Sin duda la reacción de los mercados sería mucho más positiva si se produjera algún avance significativo en esta dirección.

Los objetivos del QE. La situación actual en la eurozona es bastante distinta a la que había en EEUU cuando se lanzaron los sucesivos programas de “quantitative easing”. En EEUU uno de los objetivos directos era bajar los tipos largos como forma de mejorar las condiciones de financiación. En Europa es difícil que los tipos puedan bajar desde el 0,5% que están en países como Alemania. De hecho, estos tipos tan bajos son reflejo de una elevada percepción de riesgo por lo que no sería extraño que si el QU mejora las expectativas de la economía las rentabilidades a largo plazo puedan subir algo en los países del centro de la eurozona. El objetivo aquí es reducir la fragmentación y favorecer que el crédito fluya de los bancos y sistema financiero en general hacia empresas y familias. También elevar las expectativas de inflación a largo plazo como vía de favorecer la asunción de riesgos mayores tanto en los mercados financieros como en la economía real. Es en estos aspectos en los que la cuestión de la asunción de riesgos por parte del BCE lanzaría al mercado una señal decisiva de cambio que mejoraría menormente la probabilidad de éxito del QE.

El impacto sobre las Bolsas europeas. En principio un QE tendría como consecuencia inmediata un mayor estrechamiento de los diferenciales de deuda, lo que claramente favorece a los activos periféricos. En general el Ibex ha tenido un mejor comportamiento relativo que la media europea desde que empezó la recuperación a mediados de 2012 gracias en buena medida a la caída de la prima de riesgo. Desde hace algunos meses, sin embargo, ese efecto ha perdido fuerza y otros factores están propiciando una fase de debilidad relativa del Ibex. 

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