Quiero una bicicleta, un balón de reglamento y un Scalextric

14.07.2015 10:34

Estamos en época de rebajas y de regalos. Las tiendas venden todo a mitad de precio y el Gobierno está empeñado en ejercer de Papá Noel en pleno mes de julio. Ya sabía yo que todo lo bueno pasa en verano, menos las olas de calor.

Siempre quise tener una bicicleta, sobre todo en verano (como en la peli), pero mi madre decía que las bicicletas eran peligrosas y me quedé con  las ganas. Menos mal que siempre había algún amigo que se dejaba sobornar por un duro la hora.

-         ¡Vaya amigos que tenías!, el mío me la dejaba gratis.

Pero ahora que el Gobierno se ha vuelto bueno, igual me regala la bicicleta que mi madre nunca quiso que tuviera.

Y como el Gobierno es tan bueno, también le voy a pedir un balón de reglamento con la firma de todos los jugadores, ¡los de la selección española, faltaría más!

De chaval, mi padre me regaló un bonito balón de reglamento blanco – en aquella época un servidor ya tenía el corazón merengue (¡¡sí, ya sé que nadie es perfecto!!) - pero un día, jugando en el solar contiguo a mi casa, mi amigo Cuco le dio un patadón a la pelota y ésta salió disparada como un cohete hacia el asfalto, donde fue aplastada por una vieja camioneta de mudanzas. El balón lo estrenaba aquella calurosa mañana de verano.

Mi padre, nunca más me volvió a regalar un balón. Mi madre le dijo que los balones también eran peligrosos.

Y puestos a pedir a este Gobierno - que de tan bueno parece tonto - pues ahora me ha dado por mirar los escaparates de las tiendas que exponen circuitos de Scalextric.

¿Por qué no pedirle al Rajoy un Scalextric gigante para pasar mis muchos ratos libres?  

¡No, mejor no se lo pido!, igual el Rajoy me pregunta por qué tengo tantas horas para vaguear y no quiero chafarle con mi respuesta, ahora que estamos de elecciones. A buen seguro, le estropearía las estadísticas laborales.

Además, de chico ya tenía un Scalextric muy grande que debe estar guardado por ahí, en alguna caja. Lo buscaré.

Pero estoy triste porque un amigo me ha dicho que, cuando pasen las elecciones, me quitarán mis juguetes. También me ha dicho que el Gobierno nos subirá los impuestos y la luz. Ni caso, mi amigo debe ser un rojeras, además ¡estas cosas son de mayores!