Está bien ser solidario, pero no tanto como para llevar los grandes principios hasta los extremos.
Para ser honestos, debemos reconocer que no estábamos hablando de solidaridad sino de todo lo contrario. Si Alemania y Francia se atascan en la desventura de la desaceleración económica, el resto de los países europeos – creemos que también España – tendrán muy pocos posibilidades de seguir creciendo.
Por eso, ahora que España ha salido de la crisis gracias a las milagrerías de Rajoy (no vemos otros motivos) para enderezar los entuertos que otros dejaron, animemos a nuestro presidente a enseñar su fórmula magistral anti crisis a sus colegas que aún no la conocen.
Como acabamos de ver, Merkel ha sido su primera alumna. A cambio, Guindos y Cañete impartirán doctrina rajoniana por toda Europa.
A partir de ahora, Europa – creemos que también España - están a salvo de cualquier amenaza.
FIN
