UN VIAJE AL CENTRO DE CATALUNYA

31.07.2015 09:58

No, ni el Perplejo Espectador ni don Nadie se van de vacaciones aunque mañana empiece agosto. Se van a dar una vuelta por la Catalunya profunda para tratar de entender qué es eso del espíritu soberanista.

Ambos están convencidos de que esta historia se escribe con el corazón, aunque algunos intenten escribirla con la cabeza. Y como se escribe con el corazón, esta es una historia difícil de escribir, casi tan difícil que el mismísimo escribidor de don Mario tendría dificultades para escribirla. Veremos que sale de esta aventura.

Tanto el Espectador como don Nadie (mis fieles linternas a la hora de contar historias) comparten el convencimiento de que “hablando se entiende la gente” y eso, precisamente eso, es lo que pretenden nuestros dos personajes, hablar, hablar y hablar hasta más no poder.

Existe Catalunya y existe un  mundo exterior a Catalunya. Un servidor (solo un madrileño en la corte del rey Arturo) va intentar explorar las cosas que unen y las que separan a ambos mundos y después.., ya veremos.

Si algún catalán quisiera salir de su geografía hacia cualquier lugar de la España profunda, con la misma finalidad que este madrileño, estoy seguro que sería muy bien recibido.

¿Por qué la Catalunya y la España profundas?

El Espectador y don Nadie creen que en la profundidad (también en la profundidad del mapa ibérico) el cielo y el aire suelen ser un poco más transparentes que en la urbe (valga la extravagancia).

Además, un servidor siempre ha estado convencido de que los ascensores, los largos pasillos del metro, el asfalto ardiente de agosto y tanto hombre de la ´cosa pública` acaban mareando un poco la perdiz. Al menos, eso cree un servidor.