El mayor enigma de la política reciente del país

El presidente del Gobierno, nos dejó en ascuas. El Perplejo Espectador apenas ha podido conciliar el sueño esta noche, haciendo todo tipo de cábalas, para tratar de desvelar uno de los enigmas más transversales de la política reciente del país. ¿Quién es él? ¿Quién eres tú? 

- Debe ser el que se enamoró de ti.

- ¿De mí?

- No, creo que se refiere a otro.

- ¿A otro? ¿A ti?

- No, a mí no porque dijo tú.

- ¿Yo?

- Dijo tú, pero quiso decir él.

_ ¿Quién es él? 

No sabemos. Tratar de destapar la identidad del innombrable es una pura especulación. Tal vez nunca llegaremos a saberlo con certeza. Probablemente sea uno de los grandes misterios de la política española de los últimos tiempos, capaz de sacar los colores al mismísimo Sherlock Holmes.

Sin embargo, un hecho inesperado podría arrojar un poco de luz sobre nuestro extraño caso. Parece que alguien se da por aludido.

- ¡No me digas! y ¿quién es él?

- ¿No lo sabes?

- No, no lo sé

- Pues él sí sabe quién es él.

Y, entre tanto enigma, la vida pasa como si cualquier cosa. Al mismo tiempo que asistimos atónitos a tantas y tan fantasmales alusiones, las preocupaciones del personal pasan a un segundo o tercer plano como si las certezas reales tuvieran el mismo valor que una colilla arrojada al suelo.

Hoy, que ha amanecido como todos los días, muy probablemente el ciudadano no ha notado mucha diferencia entre este amanecer y el amanecer de ayer. Tal vez, como diría un amigo del Espectador, ha amanecido, que no es poco.    

El ciudadano no saca mucho en limpio de la gran convención nacional (la del Partido Popular), excepto altas dosis de autobombo, además de algún que otro insustancial juego de palabras. Lo de siempre.

Otros prefieren creer que no volverá a subir el IVA e, incluso, que bajarán los impuestos.

No sé yo. No volvamos a los enigmas transversales.