Nosotros

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, he dedicado casi la totalidad de mi vida profesional al periodismo económico en la Agencia Reuters, donde trabajé cerca de 30 años. En Reuter Ltd, aprendí a trabajar con rigor, disciplina y pasión, virtudes que intentaré prolongar en esta nueva aventura acompañado por economistas, analistas y personas de proyección pública dedicadas básicamente a la política y a la economía. Sus opiniones y consejos me han guiado para estar aquí y ahora.

Este proyecto carece de retribución alguna por lo que el único objetivo que me ha llevado a ponerlo en marcha es compartir directa e inmediatamente la opinión y la experiencia de todos aquellos que quieren decir algo y que nunca han tenido la oportunidad de expresarlo públicamente. En definitiva son ellos los que votan y pagan los impuestos. Probablemente ellos sí son la mayoría silenciosa.

El personaje que va a coordinar esta experiencia, a la que denominaremos "El Catalejo de Ruiz", va a ser el Perplejo Espectador, del que aprovecharemos su experiencia en el mundo de la prosa para escribir sobre algunas cosas de actualidad pero, sobre todo, para escuchar la voz de quien tenga algo que decir.

Como ya os dije en la presentación de esta página web, el único límite que tendrá vuestra palabra, será el estricto uso de un lenguaje respetuoso, porque el Perplejo Espectador siempre ha creído que las discrepancias se pueden dirimir sin una declaración de guerra.

Para los que ya habéis seguido mi trabajo en Reuters, poco tengo que añadir. Para los que aún no estáis contaminados por mi pretérito profesional y os interese conocer algo de mi trayectoria hasta hoy, os recomiendo que busquéis en internet noticias de Manuel María Ruiz más el nombre de la que sigo considerando la primera agencia de noticias del mundo. Para ella, para Reuters, toda mi gratitud por proporcionarme tantos años de aprendizaje.

Finalmente, no podía terminar esta presentación sin agradecer a mi esposa tanto consejo, dedicación y compromiso a cambio de muchas horas de paciencia y algún que otro plato de lentejas.

Este proyecto que ahora os presento me rondaba la cabeza desde hace mucho tiempo. El periodista suele sacar a la luz una mínima parte de lo que ve y lo que oye. Nada má razonable puesto que el tiempo y el espacio son dos bienes escasos, muy escasos en esto de contar historias reales que mañana dejarán de ser historías y quién sabe si también reales.

Pues bien, ahora que me ha abandonado el inevitable yugo que supone las prisa de una redacción, quiero hacer realidad una aspiración que me ha acompañado a lo largo de mi actividad prefesional: que la gente, los protagonistas de sus historias sean quienes las cuenten, sin el tupido filtro de una redacción.

Gracias a todos aquellos que me han animado a entrar en esta nueva etapa de mi vida para, sobre todo, leer las historias de otros en lugar de las mías.

- ¿Vas a dejar de escribir?, no creo que sea una buena idea, me dijo una buena amiga hace un par de meses.

Esto me hizo reflexionar y entonces decidí escribir solo lo necesario para que otros escriban sus historias y así hacer realidad mi vieja aspiración. En ello estamos.

Dice el experto que diseñó este apartado que aquí puedo describir al usuario típico e indicar la razón por la que este proyecto es importante para él. Pues bien, nada más sencillo para mi: creo que en esta web todos los usuarios pueden ser típicos. Por tanto nos acercamos a la nada despreciable cifra de unos 7.000 millones de usuarios potenciales. Igual hasta rompemos todos los índices de audiencia.