Los aliados políticos y sociales reclaman a Convergència que haga limpieza

01.08.2014 07:18

La conversión del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol al independentismo fue en su día una victoria para el soberanismo, pero se ha convertido en un lastre tras su confesión de que mantuvo una fortuna oculta en el extranjero durante 34 años. Pujol representaba el camino que muchos catalanes han hecho, del catalanismo al secesionismo. El propio expresidente explicaba en 2011 que sus intentos por hacer avanzar España desde Cataluña habían fracasado y que en ese momento había que escoger entre dos alternativas: “O ser independientes o ser residuales”.

Con la revelación de su fraude, el mito de Pujol también ha caído para el independentismo. Su destierro no ha sido tan doloroso como en Convergència (al fin y al cabo, los dirigentes del partido son sus hijos políticos, y en el independentismo era un advenedizo), pero sí contundente. El independentismo ha renegado de Pujol para desvincularlo rápidamente del proceso soberanista.