Serán las ganas de fútbol (en serio), será el entusiasmo veraniego o será la realidad (tampoco lo descarten), pero el caso es que la Supercopa nos pareció un partido estupendo, entretenido, interesantísimo. Para mayor gloria del Madrid, también conviene decirlo. El equipo de Ancelotti ha logrado el segundo título superlativo de su historia. Y llegarán más, no es difícil preverlo. Lo que no gane este Madrid por inercia lo ganará por talento. No me tapo: hablo deLigas (si no se aburre) y Champions.
La presentación no decepcionó a nadie. A los tres minutos, Cristiano la pegó mordida, pero el tiro fue a puerta. Según se vio, también él tenía ganas de fútbol en serio. A los once fue Bale quien compró boleto; el rebote en un defensa envenenó el disparo. Poco más tarde, el galés remató 'tipo Cruyff' (espuela voladora) un buen pase de James. El Madrid dominaba, plagado de alternativas, de ganas de jugar.
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