...y otra vez llegó el 15 de agosto

14.08.2014 08:03
No diré que nadie sabe cómo ha sucedido porque un servidor sí lo sabe. Mis últimos 365 días quedarán para la posteridad de mi añeja biografía.
 
Pero es verdad que, si echamos la vista atrás, da la sensación de que los acontecimientos han volado, de que hemos transitado por todo un año en solo unos instantes.
 
Por fin, gracias a don Mario, los mercados financieros han logrado encontrar sosiego tras una larga temporada de zozobra, angustiados por la sensación de caminar sobre el alambre, que de romperse, hubiera precipitado al vacio un euro que tanto esfuerzo costó edificar.
 
Otra cosa. Israel y Palestina siguen enfrascados en su lucha intestina. Ya nadie recuerda cuando empezó y mucho menos se atreve a pronosticar su final. Lo único que tenemos de cierto es que las vidas que se pierden nunca volverán. Ahí quedan como testigo mudo en el dolorido corazón de miles de familias y macabro recuerdo que alimenta el drama. 
 
Tras no sé cuántos años, el "Aleti" volvió a ser campeón de la Liga y el Madrid de la Champion. Los culés, después de algunos lustros, se quedaron en blanco, sin querer ofender.
 
Y nuestra maltrecha economía parece desperezarse de un largo letargo. El PIB vuelve a crecer, el mercado laboral a generar empleo neto y, todo ello, en lo que parece guardar una relación, más o menos proporcional, con el horizonte electoral que se avecina.
Mientras, algunos rezamos todo lo que sabemos (que no es mucho) para que los más ocurrentes del Gobierno paren de liquidar lo poco que queda del Estado del bienestar, si queda algo.  
 
Ya ven, ha habido tiempo para todo, para lo mejor y para lo peor.
 
¿Por qué este mutilado recordatorio a mitad de agosto? Porque don Nadie cree que es una fecha fronteriza por antonomasia, la línea que separa el ajetreo veraniego del preparativo otoñal.
 
Muchos vuelven de sus vacaciones y otros están aún por marcharse, pero la luz en el firmamento nos dice que algo ha cambiado. Tal vez los días más cortos anuncian que el verano va dejando la puerta franca al nuevo curso. Una tormenta inoportuna y se acabó el estío.
 
¿Qué nuevas sorpresas nos prepara Rajoy? ¿Qué equipo ganará la liga? ¿Qué chinas habitarán en los zapatos de los mercados? ¿Cuánto crecerá nuestra economía?
 
Da un poco de pereza pensar en todo esto, pero dentro de 365 días, hablaremos de ello.